Ayer como despedida tuve una cena en un restaurante italiano, sin pasarme (ensalada y pizza y un riberita) y hoy, día 7, ha sido mi primer día, según tenía previsto.
Me he pesado y, según la báscula electrónica que tengo (que siempre la he utilizado de referencia) peso 94,3 kg. Ya voy con un poco de ventaja con respecto a lo previsto, cosa que anima.
Como me he levantado tarde (hay que aprovechar bien las vacaciones), he pasado directamente a la ración de media mañana. Como primer sobre a degustar ha tocado el batido de fresa y plátano. Cuando hice el pedido tenía muy buena pinta, porque el batido natural sabe muy bueno. Me he puesto a prepararlo….primer sorbo y ….bufff un poco decepcionante. Creo que me voy a hacer asesor de los que preparan este producto (los otros no les he probado aún). Con un poco de edulcorante quizás sabría más bueno, pero…el choque ha sido un poco desagradable. Y pensar que he cogido una caja de 7 sobres pensando que iba a estar mejor….bueno. Mejor será pensar que son “nutrientes” y tomarlo casi sin saborear.
La verdad es que como tiene que pasar no más de 5 horas entre ración y ración, me ha llegado la hora de comer casi sin darme cuenta.
Menú: Salteado de calabacines y champiñón (fresco) aliñado con una cucharadita (de café) de aceite de oliva virgen extra y de segundo tortilla mediterránea. Tengo que reconocer que la tortilla fue más bien un revuelto porque no se pega nada, pero sabor no está nada mal si te gusta el curry y las especias variadas. Este me lo apunto para el siguiente pedido. De postre un café natural con aspartamo.
No está yendo mal la dieta, aunque después de estos días festivos aún tengo unas “mariposas en el estómago” y no creo que sean precisamente de enamoramiento jejejeje. Lo que sí que noto es sudor corporal….esta sensación la he notado con más dietas estrictas que he hecho, y los ojos llorosos. Creo que son síntomas de una flojera sostenida por los batidos y comidas pero confío que sea los primeros días hasta que me habitúe.
Tranquilidad y buen ánimo es lo que hace falta. He aprovechado a preparar la merienda: Banana Split (una especie de natillas con sabor a plátano y virutas de chocolate), otro producto en el que he confiado adquiriendo una caja de 7 paquetes y que espero que no me defraude.
Me voy a preparar y me voy de rebajas, a ver si encuentro algo, aunque no será ropa porque en estas circunstancias no merece la pena comprar hasta que “mude” la grasilla como las serpientes hacen con la piel. Seguro que encuentro algo interesante.
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